Ese mes, un grupo de derechos del consumidor del Reino Unido planteó al público una pregunta que probablemente nunca habían considerado: ¿sus freidoras los estaban espiando?

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Al analizar las aplicaciones Android asociadas a tres modelos distintos de freidoras de aire de tres empresas diferentes, un grupo de investigadores descubrió que estos dispositivos de cocina no solo prometían hacer palitos de mozzarella más crujientes, alitas de pollo más crocantes y pasteles recalentados más hojaldrados, sino que también querían una gran cantidad de datos del usuario, desde la ubicación precisa hasta grabaciones de voz del teléfono del usuario.

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“En la categoría de freidoras de aire, además de conocer la ubicación precisa de los clientes, los tres productos pedían permiso para grabar audio en el teléfono del usuario, sin ningún motivo especificado”, escribió el grupo en sus hallazgos.

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Si bien puede ser fácil descartar las solicitudes de recopilación de datos de una aplicación de freidora de aire , hoy en día es cada vez más difícil comprar cualquier tipo de producto que no se conecte a Internet, solicite sus datos o comparta esos datos con empresas y contratistas desconocidos en todo el mundo.

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David Ruiz cuenta tres historias distintas sobre dispositivos de consumo que recopilaban datos de los usuarios de forma algo invisible y luego los difundían de formas inesperadas. Entre ellos se encuentran aparatos de cocina que enviaban datos a China, un fabricante de anillos inteligentes que publicaba datos agregados y anónimos sobre los niveles de estrés de sus usuarios y una aspiradora inteligente que grabó una imagen sensible de una mujer que luego se compartió en Facebook.

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Estas historias no tratan de vigilancia masiva por parte del gobierno, ni de espionaje, ni de ataques a disidentes políticos. Su intriga está en otra parte: en lo común que es que lo que decimos, adónde vamos y cómo nos sentimos sea recopilado y analizado de maneras que nunca hubiésemos previsto.

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El grupo de consumidores Which? ha advertido a los compradores que sean selectivos a la hora de comprar freidoras de aire inteligentes de Xiaomi, Cosori y Aigostar.

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Hemos aprendido a esperar que los electrodomésticos "inteligentes" impliquen riesgos para la privacidad, pero yo no había pensado en mi freidora de aire. Ahora las cosas están a punto de cambiar.

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Todavía no tienes que preocuparte de que las freidoras de aire envíen informes sobre tus hábitos alimenticios a tu proveedor de atención médica. Pero, según Which?, las aplicaciones de teléfono asociadas a las freidoras de aire querían saber la ubicación precisa de los clientes, así como el permiso para grabar audio en el teléfono del usuario.

Los investigadores también encontraron evidencia de que tanto las freidoras Aigostar como las Xiaomi enviaban datos personales de las personas a servidores en China. Esto se especificaba en el aviso de privacidad, pero sabemos que no todo el mundo lee un aviso de privacidad.

Al comprar cualquier tipo de dispositivo inteligente, vale la pena hacer estas cosas:

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• Cuestiona los permisos que solicita una aplicación en tu teléfono . ¿Tienen alguna utilidad para ti, el usuario, o es solo un entrometido del proveedor?

• Lea la política de privacidad . Los proveedores cuentan con que no lo hará, pero hay ocasiones en que las políticas de privacidad son muy reveladoras.

• Pregúntese si el electrodoméstico debe ser inteligente . ¿Qué beneficios obtendrá y cuál es el precio que va a pagar?

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Una solución sencilla es no instalar la aplicación y no proporcionar a los fabricantes datos personales que no necesitan conocer. Es posible que necesiten tu nombre para la garantía, pero no es necesario que proporciones tu sexo, tu edad ni, en la mayoría de los casos, tu dirección.

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No debería sorprenderle que los electrodomésticos que se activan mediante comandos de voz lo estén escuchando. ¿De qué otra manera espera que sepan que les está dando una orden?

Lo que debería preocuparnos es lo que hacen con la información y lo bien que la protegen contra el abuso por parte de terceros.